Los materiales cerámicos en una construcción generan un impacto positivo en lo económico, lo social y lo medioambiental. El 40% de la energía que se consume en Europa viene de la edificación. Por ello, en 2019 se actualizó en España el Documento Básico de Ahorro de Energía del CTE para mejorar la Eficiencia Energética de las construcciones. En este documento se diseñaron estrategias para conseguir el máximo confort dentro de las edificaciones reduciendo así la demanda energética.
Los productos cerámicos tienen gran inercia térmica, es decir que almacenan el calor liberándolo cuando va bajando la temperatura. Para poder aprovechar la energía natural del sol, las soluciones cerámicas se componen de huecos para conformar muros y particiones dentro de las edificaciones.
“Los productos cerámicos al ser materiales densos, de gran espesor, baja conductividad y alto calor específico presentan una elevada inercia térmica. Así, un muro de 29 cm de bloque cerámico machihembrado presenta una impedancia térmica de 5,2 m2°C/W y un desfase de 10,3 h y un muro de 24 cm del mismo material presenta una impedancia térmica de 3,5 m2°C/W y un desfase de 8,1 h.” (Hispalyt) Cuando se construye un edificio con poca inercia térmica, como el cristal o el bloque de cemento, la temperatura del mismo fluctuará al igual que en el exterior requiriendo climatización constantemente para mantener una temperatura confortable.
Otro concepto importante para lograr menos consumo de energía es la hermeticidad. Es fundamental evitar infiltraciones o flujos de aire incontrolados para no incrementar el gasto energético con el uso del aire acondicionado o calefacción, según sea el caso, dentro del edificio. Además, este tipo de flujo deteriora los materiales originando moho con las consecuencias de salud que pueden ocasionar. “Es importante destacar que los materiales a emplear para conseguir la estanqueidad necesaria deben ser herméticos pero transpirables, es decir, evitar el flujo del aire, pero permitir el paso del vapor de agua. En este sentido, los sistemas constructivos cerámicos destacan por su buena transpirabilidad frente a otras soluciones alternativas.” (Hispalyt)
Además del comportamiento térmico de los materiales utilizados para la construcción, hay otros factores a tomar en cuenta cuando se diseña un proyecto arquitectónico: la orientación, compacidad, ventilación e infiltración, puentes térmicos, etc.
Por estas razones, las soluciones cerámicas son un material con excelentes características para mejorar la Eficiencia Energética de un edificio. El ladrillo ayuda a ahorrar energía, por lo que representa una buena solución para la descarbonización planteada por la Unión Europea para el año 2050. Este plan busca “articular una respuesta coherente e integrada frente a la crisis climática, que aproveche las oportunidades para la modernización y competitividad de nuestra economía y sea socialmente justa e inclusiva.” (Europa.eu)