SOMOS LA PRIMERA FÁBRICA EN EL ÁMBITO NACIONAL EN HACER LADRILLO ECOLÓGICO

En el año 2009, Cerámica Utzubar SA reemplazó los quemadores de gas en hornos cerámicos por quemadores de biomasa fabricando el primer ladrillo ecológico de la península, donde el 90% de la energía requerida proviene de fuentes renovables. Gracias a esta medida, entre otras, hemos conseguido el certificado Ciclo de Vida (Huella de Carbono) donde se demuestra que durante la fabricación de nuestros productos las emisiones de gases efecto invernadero, sobre todo CO2, son muy bajos (0.012 CO2/kg cerámica).

La razón principal para usar biomasa es nuestra constante búsqueda e investigación para mejorar nuestros procesos de fabricación, teniendo siempre en cuenta el respeto y el cuidado del medio ambiente. El uso de esta energía renovable reduce notablemente las emisiones de CO2 a la atmósfera, al mismo tiempo que disminuye los costes de fabricación pudiendo hacer una mejor oferta a nuestros clientes. Te estarás preguntando ahora mismo, pero ¿cómo es que se reducen las emisiones de CO2 a la atmósfera si existe combustión al quemar la biomasa? Aunque para el aprovechamiento energético de esta fuente renovable se genere combustión (CO2), la cantidad de este gas es nula, puesto que se puede considerar que es la misma cantidad que absorbieron las plantas durante su crecimiento.

La biomasa es una fuente de energía no contaminante que ayuda a mantener la limpieza de los bosques evitando incendios y previniendo la degradación de los mismos. Cerámica Utzubar hace uso de los subproductos generados de los aserraderos (serrín, tacos y astilla) ayudando al reciclaje y a la disminución de subproductos.

Por otro lado, la cantera de arcilla de encuentra en la misma fábrica donde para su extracción usamos los medios de transporte menos contaminantes como cintas transportadoras movidas por energía eléctrica, reduciendo de esta forma las emisiones de gases de efecto invernadero.

Además de contar con la certificación Ciclo de Vida, tenemos el de Huella Hídrica con un uso de 0.753 m3/tn. Esta huella es un indicador medioambiental que define el volumen total de agua dulce utilizado para producir los bienes y servicios que habitualmente consumimos. Es una variable necesaria que nos dice el agua que nos cuesta fabricar un producto.